Cantos

Cantos
La gran novedad de los cantos hölderlinianos, como dice Antonio Pau, no radica en que sean grandes, aislados o líricos, sino en la transgresión: ni la racionalidad de los neoclásicos ni la pasión de los prerrománticos -las dos generaciones que convivían en esos momentos-, sino algo nuevo, escandaloso, que haría de Hölderlin, durante muchos años, un poeta maldito, de lectura poco recomendable: un irracionalismo visionario con ecos de una religiosidad apocalíptica.