El Destino de Fausto


El Destino de Fausto

Había una vez un hombre que creía poseerlo todo y se dispuso a inspeccionar lo que era suyo.
"Eres mía", dijo Fausto a una flor, a una oveja, a una montaña...
Pero como todo esto no le bastaba, tomó un barco y se hizo a la mar. La prepotencia y arrogancia de Fausto, así como su creencia de que lo puede poseer todo, le impiden entender a la naturaleza, lo cual, irremediablemente, lo abocará a su destrucción.