Apenas sensitivo

Apenas sensitivo
En estos palacios españoles, un tanto vetustos y destartalados, había un salón que llamaban de Pasos Perdidos. Era el salón donde nadie se detenía, pero por donde se pasaba siempre que se quería ir a alguno de los otros. Al autor le gustaría que los libros en los que sería absurdo quedarse, pero sin los cuales no podríamos llegar a otros, llevaran el título general de Salón de pasos perdidos.