Relatos de la Celtiberia, Hernán Ruiz

¿Qué es Celtiberia? Hernán Ruiz la ha esbozado en sus relatos con los pinceles de la imaginación y del ensueño. Celtiberia imaginaria e imaginada al tiempo que tan real.... Tierra de celtas, mudéjares, mujeres y hombres de una frontera difícil donde arraigó la libertad muy temprano y se proyectó excepcionalmente durante un Medievo de fueros y concejos. Hoy quedan los resistentes en un vaciado lleno de ecos poéticos. Con ellos se puede sintonizar y este libro da las claves.

Un viaje a los mitos perdidos, al paraíso de la infancia encontrada, al locus amoenus de la fuga posible. Celtiberia se ajusta a las lindes de nuestra imaginación; es el territorio que queremos soñar, la morada incontaminada de nuestros ancestros, el solar de las justas batallas perdidas desde Numancia. Celtiberia es el último paraíso ganado.
Relatos de la Celtiberia reúne 24 narraciones de Hernán Ruiz, agrupadas en tres capítulos (Ecos, Fugas y Paraísos) y un epílogo. Fruto de un diálogo entre el autor y ese «territorio mágico» que siente tan suyo, los relatos se inscriben en todo el ámbito geográfico que conforma el «país imaginado» de la Celtiberia, que se extiende por cuatro comunidades autónomas y ocho provincias (Zaragoza, Teruel, Cuenca, Guadalajara, Segovia, Soria, Burgos y La Rioja). Con un claro contenido social, los textos de Hernán Ruiz trascienden la huella celtíbera y nos adentran en ese gran espacio de la España interior, con revelaciones que resultan, en ocasiones, verdaderamente sorprendentes. 

Hernán Ruiz se asomó al mundo en el balcón elevado donde nace el Duero y desde entonces prefiere la compañía de montañas y fragosos bosques. Como vivió su infancia y adolescencia en la cordillera (Celt)ibérica soriana, zaragozana y riojana se inventó una identidad de fronteras espirituales: Celtiberia. Con esas tierras despobladas y marginadas tiene una sintonía ancestral que le lleva a un compromiso militante –vía Asociación de Amigos de la Celtiberia– para reavivar su potencial y su enorme patrimonio ecocultural.
Desde la adolescencia le fascinaban los fenómenos estéticos, por eso quiso escudriñar el arte en la universidad; luego le atrajo especialmente el séptimo, empeñando buena parte de su carrera en su análisis, contumaz tarea que ha deparado un rimero de publicaciones y una larga docencia universitaria del doctor Javier Hernández Ruiz, también coordinador de la obra coral Guía turística de la Celtiberia. Un país imaginado (Prames, 2021).
Como el pan académico no sacia la creatividad artística, quiso ponerse a cocinar guiones e incluso probó de chef detrás de la cámara; en el cortometraje Quercus  (2006) ya pululaban celtíberos y se colaban algunas de las obsesiones rastreables en este libro. Entre tanto, había llegado el siglo XXI y el recién nacido creador Hernán Ruiz pensaba que el cine era invento del XX, por eso se lanzó a la aventura de la narrativa transmedia, en la que fue pionero con Plot 28 (2013). Ahora, vuelve a su amado territorio mítico para alimentar su otra pasión: contar historias.