Ni una palabra


Ni una palabra

Un joven entrevista a la viuda de un reconocido pintor. Una mujer espera, en la asepsia de un hospital de quemados, un milagro para su hija. Una escuela llena de alumnos privilegiados y tutores apáticos se vuelve un lugar violento en el que hay que aprender cómo cuidarse. Llenos de sarcasmo y penumbras, inteligencia y humor, los relatos de Ni una palabra cabalgan entre la brutalidad y la ternura, entre la ficción y la no ficción, casi sin que nos demos cuenta. Sus protagonistas, en general mujeres desesperadas que esquivan cualquier lugar común, atraviesan tragedias mayores y menores con un temple desconcertante, a veces con giros excéntricos pero siempre guiadas por una lucidez extraña y crepuscular.
“Pertenezco a una estirpe de brujas”, solía decir sobre sí misma Caroline Blackwood. Aristócrata, míticamente bella y con una vida tumultuosa que incluyó matrimonios con Lucian Freud y Robert Lowell, Blackwood llegó a la literatura con relativa tardanza pero de manera contundente. Esta selección de sus mejores cuentos revela un humor mordaz, una mirada implacable, incluso cruel, sobre la condición humana, pero también una ilimitada capacidad para conmover y enternecernos. Ni una palabra es un libro inolvidable.