Les nostres recomanacions i propostes

Para el común de los mortales, la violencia genera mala vida. O la ejerces o la consientes y siempre a un precio muy alto. Harry McCoy se crio entre monjas y curas maltratadores con el  único salvavidas de un compañero que llegaría a convertirse en un extorsionador más de Glasgow.
 
Estamos en 1973 y la ciudad es un nido de personas marginadas que se han quedado sin empleo por el cierre masivo de fábricas, consumen alcohol y drogas de todo tipo y no tienen más futuro que su presente. Uno de ellos llama a McCoy desde la cárcel; ha oído que van a matar a una camarera llamada Lorna al día siguiente. El detective, con la ayuda de un compañero primerizo, irá deshaciendo la madeja para dar con ella, pero demasiado tarde. Su asesino le pega un tiro y se suicida a continuación en una céntrica calle en hora punta.
 
¿Por qué esa chica precisamente ha tenido que morir? ¿Qué conexión tenía con su verdugo? ¿De dónde han salido los dos, de la nada? Si McCoy ya tenía suficientes problemas con una antigua y ricachona amante, con sus amistades peligrosas y benefectoras, y sus malos hábitos alcohólicos, el que le hayan buscado a él precisamente para darle el chivatazo, no provocará más que se sumerja un poquito más en su propio infierno. Y nosotros con él.