Les nostres recomanacions i propostes

Si tenemos en cuenta a Giovanni Papini, los diarios que Andrea Toribio nos presenta en Niños del futuro no pretenden, ni por humildad ni por soberbia, ser una autobiografía. Más bien constituyen una obra compuesta de lecturas, de retazos de pensamientos, de recuerdos que a su vez llevan a otros recuerdos. Son las páginas de una observadora que parece no mirar, pero que se muestra pendiente del entorno, permanece a la espera, analiza, clasifica y convierte en literatura todo lo que está a su alrededor: el vagón de metro, las rutinas del trabajo, las horas de estudio en una biblioteca o los sonidos familiares que se identifican en las notas distorsionadas de un acordeón que llegan a través de los postigos mal cerrados de una vieja ventana.

En Niños del futuro asistimos a los cambios estructurales que nos llevan a transitar por centros comerciales de la periferia en detrimento de las calles peatonales de provincia, a través de una voz narrativa que va del mundo exterior, de la realidad de los cinco sentidos, a un mundo más introspectivo que se nutre de aquel, pero que tiene sentido por sí mismo. Evoluciona desde la minuciosidad y el detalle con que la autora ha estudiado las obras de Carmen Martín Gaite y Salvador Pániker a la reiteración interior de Thomas Bernhard, pero con la impronta de quien desde el presente escribe hacia el futuro.