Leer a Carson es iniciar un viaje, un viaje de ida y vuelta en el que, parafraseando a la autora en
Agua Corriente, no se debe seguir el mismo camino en la ida que en la vuelta. Tiene, en este sentido, la potencia de un aforismo para quien lo recibe: no somos los mismos cuando empezamos su lectura que cuando la finalizamos. La escritura de Carson es la escritura de lo heterogéneo, de quien decide estudiar un tema a partir de la mezcla de distintos géneros, quien sabe que el pensamiento solo se construye a través del borde, ese lugar donde puede producirse el encuentro entre la poesía, el teatro, el ensayo, creando una turbulencia epistemológica en la mente del lector. Carson, que dedicó su tesis doctoral al análisis del deseo y la construcción de Eros a través de la poesía de Safo, es probablemente una de las escritoras que mejor plasma el carácter de acontecimiento en la escritura; pues leerla es esperar un quiebre en nuestra manera de concebir la literatura sin saber por dónde va a pasar el relámpago. Aunque intuyamos y esperemos el sobresalto, quien lee a Carson sabe que en algún momento será asaltado; de nuevo, no saldremos siendo los mismos. Acompañar a Carson en su escritura es doblar la página (esa última página donde da el portazo al amado en
La belleza del marido) sabiendo que una vez más, nos la ha jugado.
El 19 de Octubre, Anne Carson impartirá la conferencia José Pedro Pérez-Llorca en el Museo del Prado en Madrid, cuyo tema principal girará en torno a la duda, el medio,
el Perro semihundido de Goya. Quienes esperamos a Carson sabemos que no se detendrá en este punto, que plegará el mundo clásico con el contemporáneo y que la duda será metódica pero también poética, indescifrable y oscura. Aunque no se conoce a la misma Carson dos veces, desde aquí os ofrecemos una serie de lecturas que os ayudarán a empezar a recorrer el camino.