Les nostres recomanacions i propostes

En las profundidades del bosque, un lobo sigue entusiasmado el canto de una joven. Todos los días sale a la caza persiguiendo con alegría un sonido que, por muy lejano que parezca estar, lo acompaña en cada una de sus zancadas. Esta misma joven se levanta todas y cada una de sus mañanas con el único propósito de acompañar. Tal y como le sucede al lobo, el canto guía su camino y da sentido a sus pasos, marca su rutina. Hasta que un día, su canto cesa. Es en este momento cuando el destino del lobo y la joven se cruzan.
El secreto del lobo narra la historia de una pérdida, pero también la historia de un comienzo y sobre todo, de un encuentro entre dos seres vivos de distinta naturaleza. Podríamos decir que nos encontramos con un cuento que enseña a los más pequeños cómo vivir un duelo, pero quizás estaríamos escondiendo o dejando de lado el auténtico mensaje del mismo:ante cualquier ausencia, el mayor consuelo y la mayor cura es el acompañamiento. Así, el carácter fiero del lobo sucumbe a la espera, solo para escuchar el canto de la joven, mientras que ésta consigue superar la pérdida a través de la ternura que el lobo le ofrece. Así, aprendemos que incluso en los momentos en los que nos sentimos más débiles y pequeños, permanecer al lado de la gente a la que queremos es lo que al final acaba devolviéndonos la voz, nuestra naturaleza, el sonido, y con ellos los colores de la tierra y su sentido. A través de las melancólicas y otoñales ilustraciones de Júlia Sardà nos adentramos en un paisaje que parece hablar de la perdida, el otoño, la caída de las hojas y el esparcimiento de la dulzura de los últimos frutos, pero también nos encontramos con un renacimiento: el calor de la hoguera, la actividad de la leña y el chasquido del fuego vivido en compañía de nuestros seres queridos.
Para niños y adultos que estén atravesando una transición difícil, El secreto del lobo nos muestra que por muy rudos que parezcamos ser, y por mucho que guardemos con orgullo el secreto que nos acompaña (en este caso, el dolor ante la pérdida) es la comunicación y la compañía lo que nos devuelve el canto, la caza, los pasos y el sentido de la naturaleza en nuestra vida. Indispensable para cualquier edad, y necesario para cualquier estadio de nuestras vidas.