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Ressenya
Mark Fisher
Deseo Postcapitalista
«(…) Había una cierta sensación de que eso era posible. (…) Había una cierta sensación de que podíamos tener trabajo organizado y libido contractual a la vez, por un momento. Eso fue posible (aunque) solo de forma temporal, Lo que estoy sugiriendo es que el deseo postcapitalista es una forma de mantener vivo ese entrelazamiento, esa articulación. »
Per Sara Forja
28.2.2024
En Deseo Postcapitalista se recogen las últimas clases que Fisher preparaba en en Goldsmiths para el curso 2016-2017 de posgrado. Planteado como un curso de 15 sesiones (recogidas con su respectivo contenido en la edición), Fisher ofrece una panorámica en varios niveles recogiendo el desarrollo de las luchas sociales desde los años 30, pasando por mayo del 68 hasta la actualidad, sus posibles estallidos y el sentido de sus fracasos, vertebrando este mismo nivel con el desarrollo del capitalismo desde el fordismo, hasta el postfordismo y su contemporaneidad. A estas dos patas de la mesa, Fisher añade una más: cómo el deseo se convierte en una entidad orgánica que se desarrolla como una envoltura del capitalismo funcionando en completa armonía. Lejos de cualquier postura derrotista, la tesis que intenta plantear Fisher en sus clases es que lejos de ver las luchas históricas como estallidos anticuados de un pasado que nunca más volverá a ser, hay que pensar en una repetición que alcance una diferencia tal que permita recobrar y revitalizar el porvenir que, aunque no fue dado en su tiempo histórico, puede darse en la contemporaneidad.
Otro tipo de deseo es posible, si a lo largo de la historia se ha conseguido efectuar una crítica desde las teorías del postrabajo para reclamar una jornada laboral que permita desamblar la libido de la jornada laboral, organizar la vida para la producción y el sostén del tiempo de calidad. Otro tipo de deseo es posible si las luchas feministas de los años sesenta y los movimientos raciales de principios del 2000 demostraron que la conciencia de grupo puede dar lugar a una transformación en la sociedad. Otro tipo de deseo es posible cuando pensamos nuestras capacidades al margen del capital, cuando el malestar de la cultura se convierte en crítica ácida sobre el modo en el que el capitalismo vertebra y produce la culpa y el resentimiento. El egreso es posible, nos dice Fisher, pero para eso no hay qué pensar en términos de dentro-afuera sino de envoltura: es en el propio sistema capitalista, horadando y desamblando dentro de él, donde se producirá el pueblo por venir.
Inevitablemente, el suicidio del autor propició un clima de inestabilidad cultural que poco alentaba a creer en las constelaciones que había dejado marcadas Fisher. Pero ¿realmente fue así? Posteriormente a las últimas clases, fueron los propios alumnos de Fisher los que decidieron continuar con el seminario, a modo de laboratorio espontáneo de pensamiento, seguiría el esquema planteado por Fisher en colaboración con amigos del autor, colaboradores y por supuesto, sus propios alumnos. Quien escribe piensa que quizá Deseo Postcapitalista se mueva efectivamente por estos términos, en un pueblo por venir consciente de la estructura a la cual inevitablemente pertenece, pero con una exigencia de regreso (pues no hay un regreso a un sistema anterior al capitalismo ni un afuera posible dentro de él) que permita dar paso a la alternativa. Pensar en Fisher de este modo nos libra de pensarlo como un triste fantasma basado en la derrota o peor aún, como un meme-caja de risas enlatadas que circula en la red. Esta es la potencia de pensamiento que se exige producto de un ejercicio de duelo colectivo sobre un pensador que sentó las bases para la configuración de una nueva forma de analizar y configurar el presente, y el futuro que aún está enteramente por construir.