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 Remedios Varo es conocida principalmente por su obra pictórica pero paralelamente a ella desarrolló una actividad literaria que ha permanecido inédita casi en su totalidad y que se recoge completa por primera vez en esta edición gracias a la labor de Isabel Castell.
 
Exceptuando su relato Homo Rodans, el único texto que publicó en vida, nos encontramos con escritos muy variados como cartas a desconocidos, escritos automáticos, transcripción de sus sueños, microrrelatos y explicaciones de sus propios cuadros. Su escritura no pretendía ser pública y jamás tuvo intención de darla a conocer. El hecho de saber que escribía para sí misma le proporcionó libertad para exhibir sin obstáculos sus inquietudes, pero sobre todo responden a un deseo de divertirse mostrando un ingenioso sentido del humor.
 
El interés de la artista por el proceso de creación en sí mismo, independientemente de su éxito nos hace pensar que para ella el acto de escribir era comparable al de pintar pues ambos le permitían desplegar su desbordante creatividad. Ella misma explicó “a veces escribo como si trazase un boceto”.
 
A diferencia de sus cuadros, realizados minuciosamente y donde ningún elemento es trivial, sus textos son espontáneos y fragmentarios, pero no por ello menos valiosos. Escritos y pintura se complementan para expresar el fantástico mundo interior de Remedios Varo.