El montacargas

El montacargas
Sense existències ara
Rep-lo a casa en 2 / 3 dies per Missatger o Eco Enviament*Por eso, el encuentro en una brasserie parisina con una atractiva mujer en esa desolada noche parece un regalo del destino; por eso, y a pesar de que algo en la señora Dravet le mantiene alerta —¿qué son esas dos pequeñas manchas en su manga?—, cuando ella lo invita a subir a su apartamento, Albert quiere creer que definitivamente la vida empieza a sonreírle. Cuán equivocado estaba lo adivinará enseguida, apenas se abra la puerta del montacargas...
Combinando la rotunda eficacia de los roman durs de Simenon con el poso existencialista de Céline, Dard logró en este clásico absoluto del noir una obra perfecta: oscura, concisa, implacable.