España Oculta. Cristina García Rodero



España Oculta. Cristina García Rodero


Hace medio siglo, Cristina García Rodero comenzó a fotografiar
con pasión de adolescente (que no ha abandonado) las fiestas,
ritos y liturgias que, como muchos, creía que iban a desaparecer
de la España rural con el fin de Franco, que ya se intuía. Se
equivocaron. Si hay un día cada año en que las ciudades se vacían
y los pueblos rebosan es el 15 de agosto, la Asunción de la Virgen.
De los esfuerzos y sacrificios de 15 años nació en 1989 España
oculta, el libro de su vida, que la situó en primera línea del
escaparate internacional de la fotografía y cambió el destino de la
editorial Lunwerg.
García Rodero reedita este clásico mientras supervisa la
exposición de 145 fotografías que el 16 de mayo se inaugura en el
Círculo de Bellas Artes de Madrid. Será otra fiesta. A ella acudirán
muchas personas que reconocerán a sus padres o a sus abuelos en
esa mujer enlutada con pañuelo en la cabeza o en ese hombre que
se arrodilla con su traje de domingo al paso del santo. Sin
embargo, reducir su obra al mero documento sería una cortedad.
Son imágenes que conmueven y emocionan, en ellas hay magia,
misterio. A veces se cuenta una historia, a veces se entrecruzan
varias, y casi siempre se nos invita a interrogarnos, a querer saber
qué pecados confiesa esa mujer al cura de gesto displicente o por
qué un hombre salta sobre un colchón en el que hay acostados
varios bebés.
Con todos los premios y reconocimientos recibidos, nadie como
García Rodero ha capturado tantos momentos que reflejan el alma
popular y tradicional de este país, y durante tanto tiempo. Un
blanco y negro perenne que testimonia lo más primitivo que hay
en el ser humano, su fe y sus ganas de celebrar la vida y conjurar la
muerte.