Protegedme de lo que deseo. Pliegos de teatro y danza, 51

Yo también me siento cansado vapuleado torturado desde por la mañana temprano a primera hora torturado desde por la mañana de siempre temprano de siempre acabado al cien por ciento sin posibilidad de dar un paso más premeditándolo todo para poder continuar cuando antes hacía las cosas según mi talento mi talante con la arrogancia de un puñado de años cumplidos y una fachada intacta el cepillo de dientes el despertador dos cruasanes una vida vivida al límite los pocos años de vida todos y cada uno trabajados a destajo denigrado abofeteado humillado insultado ofendido víctima del sarcasmo muy temprano como los culturistas han trabajado el cuerpo yo he trabajado el espíritu porque escapar de la carnicería no requería menos escapar de lo que mis padres llamaban «la clientela» pensando voy a llegar muy lejos sin saber que al final llegaría hasta aquí al bar Paniza repitiéndome ocho años después nunca pensé que se podría llegar a esto fijándome en hasta dónde han llegado los otros y padeciéndolo en mis propias carnes reconociendo que todos los del bar Paniza hemos llegado a lo mismo y yo siendo todavía el más joven de los acabados de los vapuleados por la mañana temprano soy el peor de los vapuleados por lo tan temprano que ahora que lo pienso empecé yo mismo a vapulearme siendo niño por escapar de la carnicería natal y ahora dan las doce hay que salir por patas de esta oficina aterradora ocho años sin cambiar la moqueta los mismos muebles esperándome desde que dejé esa oficina aterradora riéndose la moqueta a carcajadas de mi regreso de volver después de ocho años yo había dicho lo dejo todo y pedí ver al jefe y le solté lo dejo todo y ahora vuelvo sin un chavo con el deseo de ser quien era y no se puede volver a ser el que uno era los triunfos no se premeditan trazan planes los que no tienen fuerzas atan cabos los que dudan de sus propias ideas los que saben que detrás de eso que llaman ideas hay plagio y nada más paripé proyectan planifican los que padecen flojera de espíritu y mira cómo acabé otra vez aquí la misma moqueta ocho años de vuelta a una vida común y silvestre Silvestre como el gato Silvestre y común como tú gilipollas.
Protegedme de lo que deseo se estrenó el 17 de abril de 1997 en la Cuarta Pared de Madrid, con dirección, dramaturgia y escenografía de Rodrigo García, iluminación de Carlos Marquerie y actuación en escena de Chete Lera, Miguel Ángel Altet, Patricia Lamas, Víctor Contreras y Fernandito.