La servidumbre de los protocolos

A través de nuestros datos digitales, los protocolos burocráticos y las grandes plataformas tecnológicas configuran ideologías, moldean tendencias y nos convierten en piezas de un engranaje de explotación económica y de obediencia. Vivimos en sociedades de una complejidad tal que los protocolos, los procesos de automatización y los mecanismos de control rigen, de forma imperativa, nuestras vidas. Ahora, más que nunca, los entornos digitales condicionan nuestra visión del mundo y el acceso al conocimiento; modulan nuestro tiempo y saturan nuestra atención. El capitalismo de plataforma se ha impuesto. Rendidos al poder de las grandes infraestructuras tecnológicas, competimos en la arena de las redes sociales, asimilamos todo tipo de recursos en línea y perdemos la capacidad de pensar que otra realidad es posible. La imaginación y el deseo han sido anulados.