Escoria de la tierra

Escoria de la tierra
La creciente angustia reflejada en estas páginas, que narran en tiempo presente el avance de las tropas alemanas, la derrota de una Francia dividida y la vergonzosa capitulación, es la del propio autor. Arthur Koestler, atrapado en el cruel laberinto burocrático francés, reunía todas las condiciones de las futuras víctimas del poder nazi: refugiado político, apátrida, desencantado del comunismo pero activo militante de izquierda, periodista precario, judío agnóstico…
La sorpresa de Koestler ante la brusca descomposición política y social francesa es para nosotros una señal de alerta acerca de lo fácil que es perder las libertades.
Además de ser un testimonio de incalculable valor histórico y literario, en el drama de la inesperada y veloz caída de Francia que narra Koestler se cifran muchas enseñanzas para nuestro tiempo. Y una verdad incontrovertible: ante el poder del Estado totalitario todos somos escoria de la tierra.
En el epílogo Sergio Campos Cacho analiza la vigencia de esta obra.