Usos del analista

Usos del analista
15,00 €
Sense existències ara
Rep-lo a casa en una setmana per Missatger o Eco Enviament*
En la práctica del análisis lo que cuenta no es la técnica. Resulta indispensable comprender que no se trata de la aplicación de un "manual de procedimientos técnicos sino de las manualidades de la intervención analítica. Recordemos que esta suerte de "intervención manual" tiene sus primeros antecedentes en la técnica freudiana de presionar con la mano la frente de sus pacientes histéricas para que el goce del sintoma pase del cuerpo a la palabra relatada y de allí al saber inconsciente. Es cierto que eso no pasa fácilmente. El síntoma también expresa su gimnasia y suele resistirse a los manotazos.
Sigmund Freud fue sensible a estas contorsiones del síntoma, y su gimnasia, la analítica, le permitió ir tensando y afinando los hilos de una procedimiento que va más allá de lo estrictamente psicoterapéutico. ¿Cómo lograr aprehender ese modo de proceder? ¿Cómo transmitir mediante una enseñanza esos usos freudianos? Toda enseñanza tiene relación con un saber, pero conviene recordar además que enseñar es indicar un camino, aportar una orientación. Así lo entendió y lo ejercitó Jacques Lacan. En el final de su días, en los recovecos de las universidades de Estados Unidos, cuando la técnica ya le permitía utilizar recursos tecnológicos mucho más avanzados, prefirió seguir escribiendo en el pizarrón y realizando su gimnasia tan particular de "mostración" de sus nudos, siempre con las manos. En esta misma dirección avanza este volumen, que busca repensar lo fundamental de la clínica psicoanalítica a la luz de su factura artesanal.
Sigmund Freud fue sensible a estas contorsiones del síntoma, y su gimnasia, la analítica, le permitió ir tensando y afinando los hilos de una procedimiento que va más allá de lo estrictamente psicoterapéutico. ¿Cómo lograr aprehender ese modo de proceder? ¿Cómo transmitir mediante una enseñanza esos usos freudianos? Toda enseñanza tiene relación con un saber, pero conviene recordar además que enseñar es indicar un camino, aportar una orientación. Así lo entendió y lo ejercitó Jacques Lacan. En el final de su días, en los recovecos de las universidades de Estados Unidos, cuando la técnica ya le permitía utilizar recursos tecnológicos mucho más avanzados, prefirió seguir escribiendo en el pizarrón y realizando su gimnasia tan particular de "mostración" de sus nudos, siempre con las manos. En esta misma dirección avanza este volumen, que busca repensar lo fundamental de la clínica psicoanalítica a la luz de su factura artesanal.