Emociones corrosivas

Emociones corrosivas
Todos hemos sido víctimas alguna vez de esas emociones que deterioran nuestra forma de relacionarnos con los demás, nuestra salud y nuestro bienestar: cuando nos dejamos llevar por la envidia, la culpabilidad –y su asociada vergüenza-, el odio o la vanidad, no somos dueños de nosotros mismos, pues se han despertado emociones fuertemente dominantes que nos provocan comportamientos muy difíciles de gestionar. Muchas veces, incluso intentando afrontar o superar estas emociones, caemos en graves errores que nos encierran todavía más en ese bucle dañino para nosotros y para los que nos rodean.