Venecia. El león, la ciudad y el agua


Venecia. El león, la ciudad y el agua

La pasión de Cees Nooteboom por Venecia no se ha apagado en más de cincuenta años. Su primera visita fue en 1964, en compañía de una joven. Después, en 1982, llegó a Venecia en el Orient
Express, pero no se subió a una góndola para recorrerla hasta su décima visita. Se ha sumergido en las profundidades del laberinto
y ha descubierto sus propias lagunas urbanas entre los callejones, las cancelas cerradas y los incontables canales. Se rodea de aquellos
que murieron y rinde tributo a los pintores y escritores que vivieron allí, a los palacios, los puentes, las pinturas y esculturas que confieren a esta urbe una suerte de inmortalidad.
Quienes conozcan bien y amen a la Serenísima y su literatura reconocerán en Nooteboom al brillante heredero de Montaigne, Thomas Mann, Rilke, Ruskin, Proust, Brodsky y Donna Leon. Su
homenaje a Venecia en su nuevo libro es una generosa iniciación tan erudita y cautivadora como digna de una temática tan sublime.