Tardes tontas con la chica que te gusta

Cuando nos gustaban las chicas, o sea, en los años noventa, lo que nos separaba de ellas era una distancia muy grande: la palabra. Ahora, a los chicos y a las chicas solo los separa el Código Penal, prácticamente. Gracias a las nuevas tecnologías, hoy ligar nos sale a devolver, nos sobran palabras por todos lados y te las puedes decir a ti mismo solo en tu casa. Con Tinder, ya basta hacer clic y saberse la ley para ligar lo necesario en el siglo XXI. Ese es el avance. Tardes tontas con la chica que te gusta propone un recorrido por las relaciones amorosas modernas y sus inevitables accidentes. Desde el cuerpo a la ruptura, Alberto Olmos refl exiona sobre la obsesión por gustar, la necesidad de compañía, las exigencias estéticas o las categorizaciones inútiles del contrato amoroso.