¿Qué hacemos aquí?

¿Qué hacemos aquí?
Contra esta influyente tendencia contemporánea, que pretende reducirlo todo a un simplista análisis coste-beneficio, Robinson reivindica el pensamiento inconformista y combativo y la necesidad de dar voz a los que no se tiene nunca en cuenta. Crítica tanto con la derecha como con la izquierda (´Hemos rendido el pensamiento a la ideología. No es accidental que el marxismo y el darwinismo social surgieran a la vez, como dos narradores de un único cuento´) concluye: La disposición a dejarnos llevar por el pensamiento ideológico -es decir, un pensamiento que por definición no es el propio, que está ciego a la experiencia y a las contradicciones que surgen cuando se consultan esferas más amplias de conocimiento- supone una capitulación que nunca debería asumir nadie. Es una traición a nuestras mentes portentosas y a todos los epléndidos recursos que nuestra cultura ha preparado para que se usen.
A lo largo de todo el libro, Marilynne Robinson proclama su fe en la humanidad e insta a sus lectores a defender lo que nos hace humanos: la creatividad, la sabiduría, el valor, la generosidad, la dignidad personal, el ser profundamente capaces de lealtad.