Destino del unicornio. Muerte de Federico García Lorca

Destino del unicornio. Muerte de Federico García Lorca
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Esta segunda obra de teatro de trata en esencia sobre la muerte de Federico García Lorca, la cual cobra realidad en escena como una premonición del poeta en su cautiverio, el día de su prendimiento, miento en Granada.
Dividida en tres actos, la obra comprende desde su asilo en la casa paterna de su amigo, el poeta Luis Rosales, en Granada; la remembranza de una cena, cuyo anfitrión es Pablo Neruda, en la que se describe la horrenda y difícil situación política que vive la España del momento; la visita que le hace al poeta el escritor colombiano Jorge Zalamea Borda, su gran amigo, durante la cual se habla de política y arte dramático; y la tremenda escena de la detención, con que se cierra el segundo acto. El tercer acto se desenvuelve en dos acciones separadas, tanto en espacio como en tiempo: la primera, el juicio del poeta, a cargo de tres oficiales de la insurrección militar; la segunda, el entierro de Federico, que se lleva a cabo en medio de conmovedoras expresiones por parte de los enterradores. Las dos acciones desarrollan el contrapunto en que se debate el subconsciente del poeta.
La pieza, enriquecida con citas de la obra poética de Lorca, así como de versos entrañables de poetas anglosajones, concluye con la magistral elegía del poeta a la muerte de Ignacio Sánchez Mejías.
Dividida en tres actos, la obra comprende desde su asilo en la casa paterna de su amigo, el poeta Luis Rosales, en Granada; la remembranza de una cena, cuyo anfitrión es Pablo Neruda, en la que se describe la horrenda y difícil situación política que vive la España del momento; la visita que le hace al poeta el escritor colombiano Jorge Zalamea Borda, su gran amigo, durante la cual se habla de política y arte dramático; y la tremenda escena de la detención, con que se cierra el segundo acto. El tercer acto se desenvuelve en dos acciones separadas, tanto en espacio como en tiempo: la primera, el juicio del poeta, a cargo de tres oficiales de la insurrección militar; la segunda, el entierro de Federico, que se lleva a cabo en medio de conmovedoras expresiones por parte de los enterradores. Las dos acciones desarrollan el contrapunto en que se debate el subconsciente del poeta.
La pieza, enriquecida con citas de la obra poética de Lorca, así como de versos entrañables de poetas anglosajones, concluye con la magistral elegía del poeta a la muerte de Ignacio Sánchez Mejías.