Cuidado, que se rompe


Cuidado, que se rompe

Una historia diferente para reflexionar
sobre la relación entre padres e hijos.
Una recopilación de interacciones irónicas entre padres e hijos que hace que nos demos cuenta de la visión a veces
absurda de los adultos y de que solo los niños son capaces de hacernos recapacitar. Y es que, sean de la especie que
sean, los padres siempre serán padres...
Ressenyes relacionades

Liana Finck
Cuidado, que se rompe
Per Sasha Pradkhan
En Cuidado, que se rompe, vemos a una rana pidiéndole a su ranita que no salte tan lejos, a una tortuga pidiéndole a su tortuguita que se dé prisa, y a un cocodrilo pidiéndole a su cocodrilito que deje de morder. Extrapolado a los animales, se nos hace más raro que los adultos no les dejen ser ellos mismos a sus cachorros, ¿verdad?